UNA NOCHE DE VIERNES
- Erick Hurtado.
- 24 jun 2017
- 1 Min. de lectura
Hola chica aburrida, o quizás chico… la verdad es que no importa si eres hombre, quiero escribir esta vez para una mujer que quiera debatir conmigo. Sin importar que mentalidad tenga, loca o pasiva. Toda mujer siempre tendrá ese comentario peculiar que dar.
Borro y transcribo, busco tema principal, fundamentos y teorías que acompañen un tema que todo el mundo debe querer conocer. ¿Pero que todos quieren conocer? Que pregunta extraña es esa. Nada y nadie se interesa por los demás, excepto los que buscan un intercambio emocional o un beneficio material, que en lo particular, prefiero este último desde ya unos meses. Por ejemplo, hace un año, irónicamente, desde el mismo lugar donde escribo estas líneas, bese y andaba perdidamente enamorada de un mujer tatuada con pensamientos muy contradictorios a los míos. La cual dije: Te amo! A lo solo dos días de conocernos. ¿Ilusionado o idiota? Ni uno ni dos, simplemente menospreciado.
Paseo la mirada antes de seguir escribiendo, busco esa inspiración que tanto nos habla los profesores, la que describió mi padre como sentimiento dado del cuerpo o herencia innata transmitida por mi familia, ¿acaso se equivocó? ¿Por qué tengo que buscarlo dentro de una caja de yogurt “laive” del refrigerador del cafetín de mi universidad? Acaso nunca pude aprender algo de mi padre, o simplemente ya no soy capaz de transmitir felicidad.
No pienso aburrirte más. No me gusta criticar o dar mi opinión sobre nada. En estas líneas solo busque ser escuchado, y quizás haberte enojado. Guardo la laptop.
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